Acabo de descubrir tu comentario en una de mis fotos. Al tratarse de imágenes subidas hace tiempo me cuesta localizar los nuevos comentarios. Te agradezco la atención y las palabras amables. Hasta ahora no conocía tu fotoblog. He visto tu nombre en otras páginas que visito regularmente pero nunca había entrado, y eso que me había perdido. He visto aquí cosas muy interesantes. Los ojos se me han ido de cabeza a unas imágenes sobre el tango, porque me recuerdan a Isabel Muñoz. Estoy seguro que la conoces y que conoces también su serie sobre el tango. Para mí es una de las mejores fotógrafas españolas contemporáneas. Tu tratamiento del blanco y negro me resulta también muy interesante. Volveré por aquí.
He intentado enlazar tu RSS pero no he podido, no debe ser compatible con I.E. 7. Intentaré seguir tus actualizaciones de forma manual. Saludos.
Buena instantanea. El tratamiento que le has dado parece que fuera un testimonio de hace cuarenta años. Me gusta mucho.
Un fuerte abrazo!
De regreso… A rodar… cada quien con su propia rueda, ¿qué mejor modo de ayudarle al cuerpo en su tarea de cargar el alma? Lo dicho.
Acabo de descubrir tu comentario en una de mis fotos. Al tratarse de imágenes subidas hace tiempo me cuesta localizar los nuevos comentarios. Te agradezco la atención y las palabras amables. Hasta ahora no conocía tu fotoblog. He visto tu nombre en otras páginas que visito regularmente pero nunca había entrado, y eso que me había perdido. He visto aquí cosas muy interesantes. Los ojos se me han ido de cabeza a unas imágenes sobre el tango, porque me recuerdan a Isabel Muñoz. Estoy seguro que la conoces y que conoces también su serie sobre el tango. Para mí es una de las mejores fotógrafas españolas contemporáneas. Tu tratamiento del blanco y negro me resulta también muy interesante. Volveré por aquí.
He intentado enlazar tu RSS pero no he podido, no debe ser compatible con I.E. 7. Intentaré seguir tus actualizaciones de forma manual. Saludos.
Buena instantanea. El tratamiento que le has dado parece que fuera un testimonio de hace cuarenta años. Me gusta mucho.
Un fuerte abrazo!
De regreso… A rodar… cada quien con su propia rueda, ¿qué mejor modo de ayudarle al cuerpo en su tarea de cargar el alma? Lo dicho.